Puchero
Noble plato argentino, simple y sabroso. Alimenta el cuerpo y entibia el alma. Es barato pero cumplidor.
1 calabaza grandecita, 3/4 kg de papas, 3/4 de batatas, 1 de "deme verdurita para al puchero" a la verdulera, 1 kg de carne (a decir verdad no prefiero las que se usan para el puchero, sino más bien la tortuguita o la palomita, son baratas igual), 4 choclos, 2 cebollas, 4 l de agua, 2 calditos de verdura, 1 de carne, moztaza para la carne una vez servida, aceite de maíz para las verduras una vez servidas. Se hierve digamos, una horita y media o dos. Comemos hoy y tenemos sopa para mañana. Con el caldo (que dejamos enfriar hasta que coagule la grasa para removerla y recién despúes volvimos a poner a calentar) hacemos una deliciosa sopa de municiones o cabellos de angel.
El puchero ha sido a través del tiempo uno de mis mejores artilugios para conmover a quiénes osan decirme que no. Se fruncen las cejitas, se levanta levemente la mirada y luego se baja junto con los párpados amagando a llorar, pero en vez de eso se pestañea rápida y repetidamente, sin dejar de mirar para abajo. Pero lo importante, lo básico, lo indispensable: hacer temblar el mentón de modo tal que la celulitis llegue a él, mientras el labio inferior sobrepasa apenas al superior y se mueve al ritmo del mentón movedizo.
Es increíble, pero les gusta casi a todos. Hasta a los insolentes que me dicen: Con eso nada conseguirás de mí! A los recios a los que los desplantes maduros no les hacen mella. A los indecisos, a los padres, a los tíos, a los duendes, a los jefes y los compañeros. A los gatos, a los perros...
A todos hasta a vos y por teléfono!
Como dije, noble plato argentino, simple y sabroso. Alimenta el cuerpo y entibia el alma. Barato pero cumplidor, el puchero. Comemos hoy y tenemos sopa para mañana.
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