Cosmos y Caos

De acuerdo con la mitología griega, de la cual soy más fan que etsudiosa en sí, primero fue el caos y después el cosmos. A partir de esa división inicial surgen todos los dioses peninsulares e insulares que conocemos, esos mismos a los que los romanos, rebautizaron pero no le cambiaron casi nada en sus personalidades.

Así es que, durante el finde noté cómo, que en tierra de humanos los desmitificados, la realidad palbable es inversa.

Primero viene el cosmos y después el caos.

Una está genial, en la casa que usa como perfecta guarida - el ante último lugar en que los humanos buscarían antes que en el corazón, según las palabras de Demelo- estudiando si se mete al yacuzzi o a la queen size. Entonces ninguna de ambas y lo primero que hace es comerse un almuercito con su socia, mientras lee... Sí, sí, la Cosmo.

Una está físicamente cansada, mentalmente anulada -si no, no estaría leyendo que en realidad quiere deir mirando "dibujitos" y mofándose de las "notas ed interés", espiritualmente tranquila y con una sonrisa digna de ser fotografiada. Come algo rico, se mete a la Queen y durante las siguientes tres horas, respira sólo porque es una de las cosas que el cuerpo hace porque quiere.

Una se despierta y nadie la llamó al celular, por suerte. Va a comprar las cosas para el postre, que luego cocina y le queda riquísimo. Llegan los amigos a cenar y mientras comen un exquisito guiso de lentejas que cocinó la socia y beben un rico vinito, departe de temas muy varios con los amigos. A la hora del café, todos nos sentamos a un sillón y seguimos hojeando las Cosmo. Ahora hay más risas que antes, otros temas en debate tales como, que deplorable diseño tiene la publicación en cuestión, cuán ridículas pueden ser la notas y así hasta que de nuevo nos vencen el sueño y la digestión lenta, casi de boa.

Una se acuesta sin haber limpiado mucho, mira un ratito de tele y se duerme placidísimamente. Amanece 10 horas después con una sensación de paz y alegría que no es habitual para los últimos 6 domingos. Desayuna mientras mira una peli y se hace las manos. Entonces empieza a emprender la retirada hacia el hogar, pensando sólo en: SOY UNA CON EL COSMOS, SOY UNA CON EL COSMOS.

Una llega a casa y antes de entrar a la propia va a besar a sus vecinos e intercambiar narraciones sobre el finde (bueno no con mucho detalle en mi caso y hasta con algunas omisiones completas, total ojos que no ven...). Aandona el edificio pensando, que genial que el celu siga sin sonar.

Una entra, se saluda con Renato, prende las estufas, se prepara un café. Una elige la ropa para el día siguiente, apronta la cama, las golosinas, la peli y la gaseosa. Habla por teléfono con su madre, para que ella no la llame en un rato y la interrumpa.

Una tiene todo listo para terminar un finde ES PEC TA CU LAR. Una dice, Mah siiiiii, la termino mañana!!!!!!!!!!!!! y a las 22.30 chequea el contestador (cosa que olvidó hacer por ser una con el cosmos) y nota, que no todo lo que brilla es oro. Su contestador está lleno, le dice la Srita de Telefónica, por favor escuche y elimine los mensajes. Son cinco mensajes de entra las 13 hs del sábado y las 20 del domingo. De la misma persona, esa que también tiene mi celular y que sabe que es la mejor manera para encontrarme. Dada la hora, decido que responderé el lunes, pero me ganan de mano y a las 23 me llaman nuevamente.

Una era: Una con el Cosmos, y de repente el proceso mitológico griego, se le invierte y una es una con el Caos. En vez de tener al chico Cosmo del mes, tiene a Sigfrid del otro lado del teléfono y no entiende bien por qué le pasa todo esto.

Una tiene más fastidio que sueño, pero no da el brazo a torcer. Una tiene la paciencia muy limitada y el límite es imaginario. Una tiene 48 horas de Cosmo y 45 minutos de Caos y dice.

Al carajo con todo, si yo hubiera pertenecido a la mitología griega, seguro sería Ares, nada de Venus, nada de Artemisa.

Querido, nos vemos mañana a la hora de la cena, el departamento de reclamos y objetos perdidos cerró el viernes a la 1.30 AM y no abre hasta las 9 PM del lunes. Que Morfeo te acoja en su santo sueño y guarda cuánto te acercas al sol que se te pueden derretir las alas!

Yo también cuidate hasta mañana.

Una estuvo Cosmogónica todo el finde para esta caótica sobre la línea de entrada la semana.