Bubble bubble

Burbujas, eso es.
Queridos, la causa aparente de mi desaparición momentánea es sencilla.
Cambié de trabajo y estoy como los niños del kinder, en período de adaptación.

Dejé de ser la asistente del presidente de una prestigiosa compañía de seguros, que forma parte de una corporación internacional, con nombre de escuela norteamericana de música.
Basta de siniestros y de ganar dinero con la previsión del mal propio. No más gente para la cual la muerte, los accidentes, los incendios y otras desgracias no menos morbosas, no sino una simple pérdida de dinero.

Desde hace unas semanas, soy la asistente de alguien muy importante, en una muy importante compañía multinacional dedicada al repartir alegrías, sponsorear equipos que salen campeones y no tanto. Que se viste con los colores de mi barrio y demuestras que la alegría no sólo es brasilera, pero que ellos la manejan tan bien, como nosotros a la nostalgia tanguera.

Amigos perdonen, desde hace unas semanas vivo en una burbuja!

Volveré como vuelvo siempre: tarde pero seguro. Porque nunca me pierdo de disfrutar el sabor del encuentro!

Los quiere la Tía Nata