Tuesday, August 15, 2006

El Camaleón

En relación a mi post anterior, quiero hacer una ampliación del tema. La misma, y como el título lo indica, se refiere a cómo las parejas se van pareciendo con el tiempo.

Digamos así que gente que aparentemente no se parecería en nada fisionómicamente hablando, con el tiempo de convivencia, terminan mimetizándose, y el gesto supera a la estructura.

Entonces noto que cuando Vanina dice que Fran es igual a su tío, por la rectitud de la nariz y la dimensión trapezoidal de su sonrisa, ella no observa que su nariz es asimismo recta y su sonrisa comparte iguales características, a las del tío en cuestión, que no es otro que su amado Piko.

Que mi hermana Andrea adquirió posturas coporales de mi cuñado, sin que esto sea mérito alguno, sino más bien una triste realidad.

Que mi hermana Alejandra, tiene idéntica mirada que su cónyuge aparente (modo en que llama a Armandín para ver si lo convence de que se case con ella, con todas las de la ley), cuando están "dicharacheros".

A la Dra. B2 y el último de sus amores ardientes, las mejillas se les redondeaban y a un tiempo arrugaban levemente del mismo modo cuando reían ampliamente y sus caras de asombro eran como reflejo en agua mansa.

Que mi madre y su "difunto" (que sería algo así como el patriarca de los "difuntos") estaban espejados a la hora de sentarse a la mesa y empezar a comer, los mismos ritos y movimientos en una perfecta sincronía.

El fastidio y la burla se representan en la misma máscara cuando Geor y el Pollo no se toleran (que es casi todo el tiempo, por lo menos en público).

Otras perejas hemos ido pareciendo hermanos, o madre e hijo o hasta enemigos íntimos si Sabina me permite...sin que esto significara mimetismo. De hecho eso, sería lo que decretara que los que formábamos esas parejas, estábamos pereciendo por dejar de parecernos -o por no habernos parecido nunca-.

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