Burbujas en los oídos, latidos en stereo.
En el 92 en un viaje Colón, Entre Ríos del cual ya emití el post de referencia (http://cociendohabas.blogspot.com/2006/03/cuando-clon-descubri-amrica-y-cuando.html#links ) conocí en detalle al trío Soda Stereo. Lo hice desde su disco Canción Animal, el cual es, a mi criterio, el mejor de su producción.
Desde entonces cada vez que escucho la joven, acústica, profunda, envolvente y cuativante, casi hipnótica voz de Ceratti, me pasa que hoy ya no soy yo.
Además y vale decir, algunas de sus letras son una flecha salavje, una alarma en mis oídos!
El cuerpo se relaja, la mente se libera de otros asuntos, el alma se regocija, la lengua se complace totalmente y mi corazón se vuelve delator, traicionándome.
Un té para tres con un poco de miel que no basta.
Una lágrima de hambre que es el más puro néctar.
Un cocktail que envenenará mi soledad.
El lugar en tu piel para hincar mis colmillos.
Un come de mí, come de mi carne...
Cuando esucho a los viejos Soda Stereo, EL REGIMEN SE ACABÓ, SE ACABÓ!
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