Pi por radio y base por altura

Estoy a punto de tener una muy mala semana... una de esas en las que mis ideas más CIRCULARES me juegan malas pasadas, echando a rodar viejos errores en relaciones nuevas.

Yo, que me considero una cocinera ambidiestra, una amiga diestra y una amante siniestra -aunque sólo de ratitos- noto como me vuelvo manca y trato de borrar con el codo TRIANGULOS que dibujé con la boca.

Para refrenar sensaciones expansivas y amorosas, tensiono el cuerpo de modo tal que mis TRAPECIOS tienen más nudos que el pañuelo de un amnésico temporario invocando a Poncio Pilato y aun así, este cuerpo no le sirve de retén a lo que el cerebro (el cual finalmente encontré) y aun peor este órgano OVOIDAL también conocido como corazón, desean.
Me siento un barrilete sin suerte: o me agarra tormenta de viento y no paro de girar, o no sopla ni mongo y no consigo despegar del suelo de mi propio desencanto.

Cuando no, y siendo esto lo peor de todo, si vengo volando parejita y bien remontada, por antiguos hábitos -que viene siendo hora de dejar- las "gillettes"que me até a la cola para derribar adversarios, se me vuelven en contra y me abren de lado a lado la piel y el alma y termino desplomada, con una estructura ROMBOIDAL y rígida, que me cuesta horrores reparar.

Odio la geometría y en momentos como este, también odio la aritmetíca clásica... sólo me viene a la mente la celebérrima frase de Jaoquín: porque dos no es igual a uno más uno, muy a pesar de que el finde me cantaran... la menos célebre pero más armónica: Aprendí a sumar lo lógico y lo incierto. *

Ufffffffff, es que parece que es cierto que estoy estancada en un momento... and I can´t get out of it... Bono, please, this time HAVE TO PASS!

*Del bosque de tu alegría. Manolo García