Tuesday, November 07, 2006

Astro(I)lógicas relaciones zodiacales

Ante todo, quiero decirles, que creo en la astrológica, aunque no sea devota de Lilly Sullos y por supuesto, que esta serie de entregas, carecerán de rigor científico, sólo serán apreciaciones personales de mi interrelación como ariana con el resto de los signos y con el mío propio!

Hoy: Tauro, o el arte de empujar, arrastrar, atropellar y enternecer, sin elegancia pero con tesón (testarudez).

Me ha tocado en la vida relacionarme con un número importante en cantidad y tipo de vínculo, de taurin@s.

La primera, mi propia madre, quien es una taurina de ley, salvo para los temas monetarios.

La segunda, mi abuela materna, otra taurina de ley a secas (que no es lo mismo que Ley seca, porque a la Conchu le encanta el chupi).

Fueron luego, surgiendo relaciones elegidas con taurinos, como mi amistad con Geor y la Andre, mi noviazgo con Ale.

También otras en las que los taurinos me eligieron a mí, como mi actual jefe y mi futuro jefe (noten que no soy adivina, sino que mi acutal jefe se retira y ya sabemos quién será su reemplazo).

Para resumir, esto debe ser una especie de mal karma por ansiosa. Yo misma debí haber sido taurina, pero soplé y soplé y nací un mes antes, entonces los astros habrán dicho... te tocaba ser y nos cagaste, ahora te los aguantás.

Quiero dejar en claro que no es que no los quiera, sino todo lo contrario. Sólo que en el 70% de las oportunidades me saturan la paciencia a la velocidad de la luz y en el otro 30% simplemente, ya me agarran impaciente.

Cabezas duras, empedernidos, amarretes y caprichosos, lo peor que a ellos mismos debe pasarles, es toparse (literalmente, porque ellos van embistiendo contra todo y si es colorado peor) con una ariana cínica, derrochona e intransigente como yo.

Tienen algunas ideas creativamente "ridículas" como adcuir que yo debía llamarme Ariana por haber nacido bajo la vigilancia de Marte, lo cual no hubiera sido tan malo como llamarme Escorpia de haber nacido por estas fechas... esa obviamente fue mi madre. A quien se le ocurren otras "genialidades" artístico-inutilitarias, de las cuales espero que sean los lectores que la conocen los que ejemplifiquen.

Suponer que el canuto es la felicidad y buscar lugares muy poco frecuentes para el mismo. Debajo de las pelucas de mi tía, en los cajones de la vieja Singer, en las tapas huecas de los botellones de vidrio opaco... todo para que no habiéndolo usado a tiempo, te borraran ceros de un plumazo o simplemente te cambiaran la moneda y tu guita se conviertiera en repuesto para la del Estanciero, esa era mi abuela.

Hacer regalos con las propias manos, tales como bombachas pintadas con Puff (una pintura que se "infla" y queda áspera y rugosa), tanto en el frente -macetas con flores, abejorros, mariquitas, tréboles y otros diseños poco agraciados para estar sobre la cahcu- como en el dorso, lugar en el que posicionó, sin previa consulta, una señal de "CONTRAMANO", esa es Georgi.
Relatar las más graciosas historias sobre histerias y descontroles, al punto de titular la pérdida de agua del vecino dentro su placard con el nombre de "Plic plic" y sacarse las fotos más graciosas del universo, esa es la Andre.
Repetir mi nombre en lenta cadencia, tono grave y volumen alto, infinitamente... Naaaaaaaaaaaaatyyyyyyyyyyyyyyyyyyyy!!!!!!!!! Naaaaaaaaaaaaaaatyyyyyyyyyyyyyyyy!!!!!!!!cuando quería algo que perfectamente podía hacer él, pero prefería por comodidad que lo hiciera yo, ese era mi ex.
Hacer escenitas de celos y enojos, si cada vez que me paro a por un café no traigo una lágrima para él y comerse todo lo que encuentre en todos los escritorios, aun lo que está en los cajones, ese es mi futuro jefe.
Llenarme de halagos y flores espirituales por un trabajo, pero cambiarlo de cabo a rabo, o criticar impíamente otro que luego, muerto de risa utiliza tal cual, ese es mi jefe actual.
Despúes de esta recolección de datos, basada en un universo más que interesante por la cotideaneidad y cercanía de las relaciones antes mencionadas concluyo en que... a los taurinos son para mí como niños tozudos desde que nacen hasta que mueren.
Que su sentido del ahorro, sin metas fijas, los convierte en esclavos de billetera.
Que su máxima demostración de amor está en celos y en vivir en celo.
Que su criterio artístico está siempre atravesado por el grotesco, independientemente de la rama creativa a la que se estén volcando.
Qué son más hábiles con las manos que con las palabras (iba a decir la boca, pero sólo puedo dar fe de ello, así como se lee, en uno de los casos de estudio).
Que el clasicismo de sus atuendos raya en la antigüedad y que si innovan lindan en el rídiculo, pero siempre con la frente en alto.
Que mientras sea de otro, comen, beben y fuman hasta el último aliento y sin titubear.
Que te aman hasta que te rompen, ahogan o generan paranoia.
Que son nobles e incondicionales, hasta que una voluta de humo los hace lagrimear y te cornean la ingle.
Que te defienden y protegen y matan por vos si fuera necesario, y recién después te preguntan de qué era que te defendían.
Que me sacan de quicio, me enfurecen desmedidamente, me generan violencia físico-corporo-mental, pero a la vez y con la misma intensidad, me resultan tiernamente "tontitos" y definitivamente adorables.

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