Friday, March 10, 2006

No he comido mejores papas fritas que en el Kelkenny

Nada personal D, la frase es literal en este caso.
Anoche mismo por caso. Llegamos con las Dra B2, hechas dos diosas olímpicas. Mi amigo personal, Coconut Groove, a quien probablemente recuerden de avisos tales como, SEDAL BUSCA EL PELO DEL VERANO (me parece que no lo encontraron de todos modos, pero el se pasó unas vacaciones pagas del hostión), nos hizo el pelo - él es un falso forigner que dice así, que quieren que le haga- y zarpamos.

Llegamos al mentado Irish Pub, y lo primero que nos comimos fue media hora de cola en la tapuer. Todo bien, con este pelo nada puede salir mal amiga...
Y entramos, muertas por darnos una endovenosa dosis de HAPPY HOUR.
-Vamos arriba, pronto, no hay gente, dijimos. Alli Wersteiner, nos acogió divinamente, pero claro, los pochoclos salados, están bien si una no tiene hambre, sino parece paloma de Plaza de Mayo, matándose por la miguita de pan.

Ok then, llamado a la solidaridad, se necesitan dos dadores de papas fritas. Alli fue B2, reina total con sus negras babuchas al mejor estilo rapper de los early ´90s, chatitas platedas de odalisca, y el pelo, nunca olviden el pelo. Media hora después (tal vez menos, pero si tengo hambre y me dejan sola en un lugar so crawded, me da angustia y el tiempo me pasa lento).

-Ahora sí, esto es vida. Cerveza fría, papas fritas calientes...¡ Y hechas de papa viva, o sea, el verdadero tubérculo y no las Farm Frites! Un touch de ketchup, para amenizar y al ataque. Que exquisitez, sequitas, crujientes por fuera tiernitas por dentro, doradas, con la sal justa (N de la R: mientras B2 echaba sal, yo me hacía la boluda y soplaba, sino es como tragar agua del Mar Muerto)y en la cantidad necesaria. 15 minutos despúes un puchito y a las pistas.

El resto de la noche se dividió entre charlar con unos argelinos terroristas (no me importa Amir y Abrahim, que digan lo contratio, son terroristas los sabemos)que pretendían que fuéramos a comer cordero con chauchas al horno a su dpto. en Palermo y charlar con dos sureños graciosisímos, quienes pretendieron venir a comer a mi casa, carne de ternera speshal con papas al horno...

Como ven, aunque no quiera, la comida me persigue, y casi siempre... me alcanza!

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